miércoles, 8 de noviembre de 2017

Castillo de Frederiksborg, Copenhague


Una de las atracciones imperdibles de Copenhague es la visita al Castillo de Frederiksborg que se encuentra ubicado en el centro de la ciudad de Hilerød, ubicado en el norte de Selandia.

Es el castillo renacentista más bello de Dinamarca. Su história se remonta a Frederik II, quien en 1560 construyo el primer castillo y en 1602, su hijo Christian IV inició la construcción del castillo, pero solo pudo ser inaugurado en 1625.



Sufrio una gran catástrofe en 1859 cuando Frederik VII mandó prender la lumbre de una chimenea defectuosa sin piedra de fondo.  Al poco tiempo todo el castillo estaba en llamas y como el lago del catillo se habia congelado, fue imposible salvarlo.

El incendio resultó una catástrofe y fue duelo nacional. Posteriormente resucitó como museo de historia nacional, abierto al público desde 1885. En la actualidad es uno de los castillos más visitados de Dinamarca, abierto al público todo el verano.


Aunque fue restaurado en varias oportunidades, hoy este castillo cuenta con importantes atractivos como la Galería de Mármol, que se encuentra en la sala principal y está conformada por estatuas de dioses clásicos; la Iglesia del Castillo, una estructura renacentista que hoy funciona como parroquia del condado Frederiksborg; el Gran Salón o la Cámara de Audiencias, con decorados bañados en oro; y la Fuente de Neptuno, ubicada en el patio exterior y construida a principios del siglo XVII como símbolo del poder danés sobre otros países. 

También en el Castillo de Frederiksborg encontramos más de 60 habitaciones llenas de muebles, tapices y pinturas realizadas por los mejores artistas europeos de la época para los monarcas daneses.

Dentro del Castillo de Frederiksborg se encuentra el Museo de Historia Nacional, fundado en 1878 por iniciativa del empresario Carlsbergs.


Actualmente es el palacio más grande de Escandinavia, y simboliza la potencia que tenía la monarquía danesa de aquella época. En el castillo también puede visitarse el Museo de Historia Nacional.

En la actualidad este castillo también posee un gran jardín barroco con una fuente y el monograma de la reina Margrethe II realizado a manera de arriata. 


La verdad es que visitar el Castillo de Frederiksborg vale la pena. Está muy cerca  de Copenhague y pasear por sus jardines barrocos es todo un deleite y además es gratis!


Castillo Mont Saint Michel




La  fama de este lugar es tanta, que para visitarlo los turistas llegan de todos los rincones del mundo. Así que para muchos, es un sitio de visita obligada en Francia.

La ola de turístas que en verano se agolpa en el sitio, hace que a menudo la gente renuncie a subir hasta la abadia que es el origen de la fundación de Mont Saint Michel. Pese a ello, tal vez porque al monasterio se accede solamente al final de una subida que serpentea por todo el pueblo para luego seguir al pie de las fortificaciones, tal vez porque justamente aquí se expresan en toda su potencia las proezas arquitectónicas que confieren originalidad  al Castillo de Mont Saint Michel.


La bahía de Mont Saint-Michel es una isla visualmente llamativa situada en la costa de Baja Normandía en la desembocadura del río Couesnon en Francia. 

El monte brota de un desierto de arena y agua. Las playas son barridas por el movimiento diario de las mareas. Por  esta razón la bahía de Mont Saint Michel es un lugar excepcional y de sorprendentes fenómenos naturales.

Sin lugar a dudas el fenómeno más extraordinario es la amplitud de las mareas. Si bien  casi todos los mares están sujetos a una cierta oscilación, que hace variar el nivel de las aguas de algunos centímetros o incluso de algunos metros, no existe otro lugar en el mundo, salvo en la bahía de Fundy, en Canadá, donde la oscilación del mar sea más fuerte que en Mont Saint michel.
En la bahía la marea puede alcanzar hasta los 15 metros de altura.

Otra maravilla que se puede apreciar en la Bahía de Mont saint michel es el fenómeno astronómico conocido con el término de "sicigia". Cuando la luna, el sol y la tierra se encuentran alineados, provocan mareas muy fuertes, llamadas mareas vivas o de sicigia. Este fenómeno se produce, en particular en primavera y otoño. La marea alta rodea entonces Mont Saint Michel aproximadamente durante 8 horas.


Toda la ciudad se encuentra a lo largo de una única calle que desde la playa hasta el monasterio, trepa de la montaña. Donde podemos ver una serie de callejones, a menudo interrumpidas por empinadas escaleras. 

A lo largo de las calles de Mont Saint Michel es todo un desfile de hoteles, restaurantes y tiendas de souvenirs. Aquí también hay lugares para alojarse en las afueras, pero decidimos quedarnos en Mont Saint Michel y valió la pena.